¿Cómo denunciar a la empresa por un despido disciplinario?

Si usted cree que ha sido objeto de un despido injusto por parte de su empresa, puede presentar una denuncia ante el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Para interponer la denuncia, deberá rellenar el formulario correspondiente, que se encuentra disponible en la web del SEPE. En dicho formulario, deberá indicar los datos de identificación personal, así como los de la empresa y el despido del que se considera víctima.

Una vez presentada la denuncia, el SEPE iniciará un procedimiento de investigación para comprobar si el despido se ha producido de forma correcta o no. Si se determina que se ha producido un despido improcedente, se notificará a la empresa y se le impondrá una sanción. En este caso, también se le recomendará a la empresa que readmita al trabajador en el puesto de trabajo.

En el caso de que la empresa no acepte la recomendación, el trabajador podrá acudir a los Tribunales de Justicia para que sean ellos los que decidan si el despido es improcedente o no, y en su caso, ordenar la readmisión del trabajador en el puesto de trabajo.

¿Cuánto tiempo tengo para denunciar un despido disciplinario?

Existen plazos muy breves para interponer la demanda correspondiente, que dependen del tipo de despido que se haya producido:

• Despido improcedente: 2 meses desde que se produce el despido.
• Despido nulo: 1 mes desde que se produce el despido.
• Despido objetivo: 1 mes desde que se produce el despido.

No obstante, en casos excepcionales el plazo para interponer la demanda puede ampliarse, por ejemplo, si se trata de un despido que afecta a una persona con discapacidad.

Por lo tanto, si ha sido objeto de un despido disciplinario, debe acudir a un abogado lo antes posible para que le asesore y le informe de los pasos a seguir y de los plazos a tener en cuenta.

¿Qué derechos tengo ante un despido disciplinario?

Después de una ausencia del trabajo, un error cometido en el trabajo o una falta de respeto a un superior, es posible que un empleador quiera despedir a un empleado por motivos disciplinarios. Sin embargo, el despido de un empleado no es algo que se pueda hacer a la ligera. El empleador debe seguir un procedimiento correcto de despido y de lo contrario, el despido puede ser considerado injustificado. Aquí te explicamos cuáles son tus derechos ante un despido disciplinario.

¿Qué es un despido disciplinario?

Un despido disciplinario es un despido que se produce como consecuencia de una falta cometida por el trabajador. Las faltas que pueden dar lugar a un despido disciplinario son, por ejemplo, una ausencia del trabajo, una falta de respeto a un superior o un error cometido en el trabajo.

No obstante, para que un despido disciplinario sea válido, el empleador debe seguir un procedimiento correcto. En concreto, el empleador debe notificar al trabajador, por escrito, la falta cometida y el despido que se va a producir. Asimismo, el empleador debe dar al trabajador la oportunidad de defenderse y, si procede, de presentar alegaciones.

¿Qué pasa si el empleador no sigue el procedimiento correcto?

Si el empleador no sigue el procedimiento correcto, el despido será considerado improcedente y, por lo tanto, injustificado. En este caso, el trabajador podrá reclamar ante los tribunales para que se declare la nulidad del despido y se le indemnice por los daños y perjuicios sufridos.

¿Qué pasa si el despido es procedente?

Si el despido es procedente, el trabajador no tendrá derecho a indemnización alguna. No obstante, el trabajador podrá solicitar a los tribunales que se declare la improcedencia del despido si considera que ha sido despedido de forma injusta.

¿Qué consecuencias tiene un despido disciplinario?

El despido disciplinario es una forma de terminación de contrato de trabajo que se produce cuando el empleador cree que el trabajador ha cometido una falta grave o ha dejado de cumplir con sus obligaciones de forma reiterada. Se trata de un despido objetivo, es decir, de un despido que se produce por una causa concreta y que no es discriminatorio.

Aunque el despido disciplinario no requiere de una causa justificada, sí debe ser procedente, es decir, que la falta cometida por el trabajador sea real y que ésta suponga un incumplimiento grave de sus obligaciones. Asimismo, el despido debe ser proporcionado, es decir, que la sanción impuesta sea adecuada a la falta cometida.

En el caso de que el despido disciplinario no sea procedente o proporcionado, el trabajador podrá impugnar el despido ante los tribunales y, en caso de que el despido sea declarado improcedente, el empleador tendrá que readmitir al trabajador a su puesto de trabajo y abonarle las cantidades que le hubiera correspondido percibir en el periodo de tiempo en el que estuvo desempleado.

En el caso de que el despido disciplinario sea procedente, pero no proporcionado, el trabajador podrá solicitar una indemnización por despido improcedente, que será de 20 días de salario por año de servicio, con un máximo de 12 mensualidades.

Por último, cabe señalar que el despido disciplinario no es aplicable a todos los trabajadores. En concreto, no pueden ser objeto de despido disciplinario los trabajadores por cuenta propia, los trabajadores fijos discontinuos, los trabajadores en prácticas remuneradas, los trabajadores en periodo de prueba y los trabajadores protegidos por ley (trabajadores embarazadas, lactantes, menores de edad, etc.).

¿Qué hacer si no estoy de acuerdo con el despido?

Si usted cree que fue injustamente despedido de su empleo, tiene derecho a presentar una queja. Puede hacerlo de manera informal al hablar con su gerente o supervisor, o puede presentar una queja formal usando el formulario de queja del empleador. Si el problema no se resuelve a su satisfacción, puede presentar una demanda ante el Ministerio de Trabajo.

Si usted fue despedido injustamente, es posible que tenga derecho a recibir una indemnización por los daños y perjuicios sufridos. Si usted presenta una demanda y el juez o el arbitro le da la razón, es posible que se le ordene al empleador que le pague una indemnización por los daños y perjuicios sufridos.