¿Cuándo se da la garantía de indemnidad?

La garantía de indemnidad es una cláusula contractual por la que una de las partes se compromete a indemnizar a la otra en el caso de que se produzcan determinados daños.

¿Qué es la garantía de indemnidad?

En la mayoría de los casos, se trata de una garantía por daños y perjuicios, lo que significa que la indemnización se debe abonar en el caso de que se produzcan daños materiales o inmateriales.

¿Cuándo se suele incluir una garantía de indemnidad?

La garantía de indemnidad suele incluirse en los contratos de arrendamiento, compraventa o prestación de servicios.

En el caso de los contratos de arrendamiento, suele ser el arrendador el que se compromete a indemnizar al arrendatario en el caso de que se produzcan daños en el inmueble.

En los contratos de compraventa, suele ser el vendedor el que se hace responsable de indemnizar al comprador en el caso de que se produzcan daños en el producto adquirido.

Y en los contratos de prestación de servicios, suele ser el prestador de servicios el que se hace responsable de indemnizar al cliente en el caso de que se produzcan daños como consecuencia del servicio prestado.

¿Qué daños cubre la garantía de indemnidad?

La garantía de indemnidad cubre los daños y perjuicios que se puedan producir como consecuencia del incumplimiento del contrato.

En el caso de los contratos de arrendamiento, por ejemplo, la garantía de indemnidad cubre los daños que se puedan producir en el inmueble durante el periodo de arrendamiento.

En los contratos de compraventa, la garantía de indemnidad cubre los daños que se puedan producir en el producto adquirido.

Y en los contratos de prestación de servicios, la garantía de indemnidad cubre los daños que se puedan producir como consecuencia del servicio prestado.

¿Quién paga la indemnización?

La indemnización se debe abonar por la parte que ha incurrido en el incumplimiento del contrato.

En el caso de los contratos de arrendamiento, por ejemplo, la indemnización se debe abonar por el arrendador en el caso de que se produzcan daños en el inmueble durante el periodo de arrendamiento.

En los contratos de compraventa, la indemnización se debe abonar por el vendedor en el caso de que se produzcan daños en el producto adquirido.

Y en los contratos de prestación de servicios, la indemnización se debe abonar por el prestador de servicios en el caso de que se produzcan daños como consecuencia del servicio prestado.