¿Cuánto me baja el IRPF por discapacidad?
Si tienes discapacidad, puedes obtener una bonificación en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Para ello, deberás cumplir los siguientes requisitos:
- Tener una discapacidad reconocida legalmente. Es decir, que esté certificada en el Registro Civil o en el Registro de Discapacitados.
- No estar exenta del pago del IRPF. Por ejemplo, si no tienes ingresos o éstos son muy bajos.
- Tener una incapacidad igual o superior al 33%. El certificado médico deberá especificar el grado de discapacidad.
Si cumples estos requisitos, podrás obtener una bonificación del 95% en el IRPF. Esto significa que, si antes pagabas 1.000 euros de impuestos, ahora solo tendrás que pagar 50 euros.
La bonificación se aplicará de forma automática si el certificado de discapacidad está incluido en la declaración del IRPF. Si no lo está, deberás adjuntarlo a la declaración.
¿Qué impuestos no paga una persona con discapacidad?
Una persona con discapacidad generalmente no está obligada a pagar impuestos sobre la renta, el patrimonio o el consumo. También puede tener derecho a una serie de beneficios fiscales, como deducciones en el impuesto sobre la renta o créditos fiscales por gastos médicos.
No obstante, las personas con discapacidad tienen que pagar impuestos sobre el trabajo y los bienes, como el impuesto sobre la propiedad y el impuesto sobre el consumo.
Los beneficios fiscales a los que puede tener derecho una persona con discapacidad dependen de su situación personal y familiar. Si quieres obtener más información sobre los beneficios fiscales a los que puedes tener derecho, ponte en contacto con el Servicio de Rentas Internas de tu país.
¿Qué IRPF se paga con una incapacidad permanente total?
La incapacidad permanente total es una situación de invalidez que impide al afectado desarrollar cualquier actividad laboral y, por tanto, obtener unos ingresos. Esta situación conlleva una pérdida total de la capacidad de trabajo. Si la persona en cuestión cuenta con una pensión de invalidez, esta será su única fuente de ingresos.
La renta básica de incapacidad permanente está exenta de IRPF. No obstante, si la persona tiene otros ingresos, estos sí que estarán sujetos a dicho impuesto. En el caso de que la incapacidad permanente sea absoluta, la persona en cuestión podrá beneficiarse de una reducción en el tipo impositivo del IRPF.
Por otro lado, si la incapacidad permanente es parcial, la persona en cuestión seguirá estando obligada a pagar el IRPF, pero podrá beneficiarse de una deducción por minusvalía.
¿Qué beneficios tengo si tengo una minusvalía del 33 porciento?
Según el grado de minusvalía, una persona con discapacidad puede obtener diferentes beneficios, como prestaciones económicas, ayudas técnicas, acceso a la educación, a la formación y al empleo, entre otros. En el caso de las prestaciones económicas, si la discapacidad es de carácter permanente y supone una limitación para el desempeño de una actividad laboral remunerada en el mercado de trabajo, se puede acceder a la prestación por incapacidad permanente absoluta o gran invalidez. Si, por el contrario, la discapacidad es de carácter temporal, se puede acceder a la prestación por incapacidad temporal.
En cuanto a las ayudas técnicas, estas son aquellas dispositivos, productos o sistemas que facilitan la autonomía personal y la participación social de las personas con discapacidad. Entre las principales ayudas técnicas se encuentran los sistemas de comunicación alternativos y aumentativos, las prótesis, los bastones, las muletas, las sillas de ruedas, los vehículos adaptados o los ordenadores accesibles.
En lo que respecta al acceso a la educación, las personas con discapacidad tienen derecho a recibir una educación de calidad, adaptada a sus necesidades y a cursar estudios en igualdad de condiciones que el resto de alumnos. Para facilitar el acceso a la educación, se han puesto en marcha diferentes medidas de adaptación curricular, como la reducción del número de asignaturas, el aumento del tiempo de examen, entre otras. Asimismo, se han creado escuelas especiales y se han adaptado los centros educativos para hacerlos más accesibles.
Por último, en lo que se refiere al acceso al empleo, las personas con discapacidad tienen derecho a trabajar en igualdad de condiciones que el resto de trabajadores. Para facilitar el acceso al empleo de las personas con discapacidad, se han puesto en marcha diferentes medidas de fomento de la empleabilidad, como programas de formación ocupacional, programas de inserción laboral, entre otras. Asimismo, se han creado empresas adaptadas y se ha modificado la legislación laboral para hacerla más accesible.
¿Cómo comunicar a Hacienda una discapacidad?
Para comunicar a Hacienda una discapacidad, lo primero que debemos hacer es acudir a nuestro centro de atención primaria. Allí, el médico de cabecera o el pediatra deberá hacer un diagnóstico y, en función de éste, emitirá el certificado de discapacidad correspondiente. Este documento es el que haremos llegar a Hacienda, ya que es el que acredita que padecemos una discapacidad reconocida por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Una vez que hayamos obtenido el certificado, lo siguiente será rellenar el formulario 030. Este documento se puede descargar de la página web de Hacienda, en la sección de "Trámites y servicios/Declaraciones/Declaración del IRPF/Descarga de formularios". En el formulario, en la casilla número 12, indicaremos que tenemos una discapacidad, y en la casilla 13, especificaremos el grado de discapacidad (leve, moderada, severa o gran invalidez).
Una vez que hayamos rellenado el formulario, lo adjuntaremos al certificado de discapacidad y lo remitiremos a Hacienda mediante certificado de envío. En la actualidad, también se puede hacer de forma telemática, a través de la sede electrónica del portal tributario.
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