La conciliación de horarios aumenta la productividad
La conciliación no es un beneficio exclusivo del trabajador y su familia, ya que el hecho de que el trabajador pueda conciliar su vida laboral y familiar aumenta en gran medida su productividad, rendimiento y efectividad.
Unos horarios más racionales son sinónimo de responsabilidad corporativa. De este modo la empresa ayuda al trabajador, por lo que aumentará su compromiso y satisfacción personal, lo que mejora en gran medida el clima laboral. Ya que un empleado que pueda desarrollar su vida familiar con normalidad será más feliz y su rendimiento aumentará y podrá gestionar mejor su trabajo en base a sus objetivos.
Cuando el trabajador tiene la posibilidad de decidir gestionar su tiempo de trabajo, su productividad, rendimiento y efectividad aumentan. Esto genera una situación de ventaja competitiva para la organización ya que aumenta la fidelización de los trabajadores con más talento y se sienten más valorados por la empresa.
Un método fácil de dotar de esta libertad a los trabajadores y recibir los frutos directamente es aumentando la inversión en tecnología de trabajo en movilidad. Se trata de una inversión de retorno rápido y medible, que además permite reducir costes en energía.
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