¿Quién tiene derecho a la prejubilación?

La prejubilación es un beneficio que se otorga a los trabajadores que, por cumplir una edad concreta, se acogen a un plan de jubilación anticipada. Se trata, por tanto, de una medida que se toma voluntariamente y con carácter individual. No obstante, existen una serie de requisitos que se deben cumplir para acceder a ella.

En primer lugar, es importante tener en cuenta que la prejubilación es un beneficio que se otorga a los trabajadores que, por cumplir una edad concreta, se acogen a un plan de jubilación anticipada. Se trata, por tanto, de una medida que se toma voluntariamente y con carácter individual. No obstante, existen una serie de requisitos que se deben cumplir para acceder a ella.

En primer lugar, es importante tener en cuenta que la prejubilación solo está disponible para aquellos trabajadores que cumplan una edad concreta. En concreto, se trata de los trabajadores de 55 años para los hombres y de 50 años para las mujeres. No obstante, también se podrá acceder a este beneficio si se cumplen unos requisitos específicos relacionados con la antigüedad en el puesto de trabajo. Así, por ejemplo, será necesario que el trabajador lleve más de 10 años en la misma empresa o que tenga una antigüedad mínima de 15 años si se trata de un trabajador por cuenta propia.

Una vez que se cumplan estos requisitos, el trabajador podrá acceder a la prejubilación de forma voluntaria. No obstante, es importante tener en cuenta que, una vez que se accede a este beneficio, no se podrá volver a trabajar en la misma empresa. Además, también se deberá renunciar a cualquier beneficio derivado del plan de jubilación al que se pudiera tener derecho. Por último, es importante señalar que la prejubilación no es un beneficio que esté disponible para todos los trabajadores. En concreto, solo está disponible para aquellos que cumplan unos requisitos específicos relacionados con la edad y la antigüedad en el puesto de trabajo.

¿Cuántos años hay que tener para poder prejubilarse?

En España, el Gobierno ha aprobado una nueva ley de jubilación anticipada con la que se pretende dar facilidades a los trabajadores para que puedan dejar de trabajar antes de cumplir los 65 años. La nueva ley, que se aplicará a partir del 1 de enero de 2019, permite que los trabajadores puedan jubilarse anticipadamente a partir de los 63 años de edad, siempre y cuando hayan cotizado al menos 33 años y tengan una pensión mínima de 24.000 euros anuales. Asimismo, esta nueva normativa también establece que los trabajadores que hayan cotizado un mínimo de 35 años y tengan una pensión mínima de 24.000 euros anuales, podrán jubilarse a los 62 años de edad. No obstante, la edad mínima para poder jubilarse anticipadamente seguirá siendo los 65 años para aquellos trabajadores que no cumplan con los requisitos anteriores.

La jubilación anticipada es un proceso por el que un trabajador deja de trabajar antes de cumplir la edad establecida por ley para acceder a la jubilación. En España, la edad mínima para acceder a la jubilación es de 65 años, aunque existen ciertas excepciones que permiten jubilarse anticipadamente. Asimismo, la jubilación anticipada también es posible para aquellos trabajadores que cumplen determinados requisitos establecidos en la ley, como tener una pensión mínima o haber cotizado un mínimo de años.

La jubilación anticipada puede ser una opción interesante para aquellos trabajadores que cumplen los requisitos establecidos en la ley. No obstante, es importante tener en cuenta que la jubilación anticipada conlleva ciertas consecuencias, como un menor importe de pensiones o un mayor número de años de cotización. Asimismo, es importante consultar con un asesor laboral o un experto en la materia para valorar las ventajas e inconvenientes de la jubilación anticipada en función de las circunstancias personales.

¿Cómo saber si me corresponde la jubilación anticipada?

En España, la jubilación anticipada es una modalidad de jubilación para aquellas personas que, cumpliendo los requisitos legales, pueden dejar de trabajar antes de alcanzar la edad ordinaria de jubilación (65 años para hombres y 62 años para mujeres).

Para poder acceder a la jubilación anticipada se deben cumplir unos requisitos:

• Tener entre 55 y 65 años de edad (hasta los 67 para los hombres nacidos a partir del 1 de enero de 1958 y las mujeres nacidas a partir del 1 de enero de 1960).
• Contar con al menos 35 años de cotización al sistema de la Seguridad Social (40 años para los hombres nacidos a partir del 1 de enero de 1958 y las mujeres nacidas a partir del 1 de enero de 1960).

Además, se deberá estar en posesión de la certificación negativa de percibir prestaciones por desempleo o subsidio de incapacidad permanente.

La jubilación anticipada tiene unas consecuencias económicas que deben tenerse en cuenta:

• Se percibe una pensión reducida en función del número de años de cotización y de la edad a la que se accede a la jubilación anticipada.
• La pensión se calcula de la misma manera que la pensión ordinaria, es decir, se aplica el sistema de cálculo de capitalización.

La jubilación anticipada tiene unas consecuencias económicas que deben tenerse en cuenta:

• Se percibe una pensión reducida en función del número de años de cotización y de la edad a la que se accede a la jubilación anticipada.
• La pensión se calcula de la misma manera que la pensión ordinaria, es decir, se aplica el sistema de cálculo de capitalización.

¿Qué diferencia hay entre la prejubilación y la jubilación?

La prejubilación se produce cuando un trabajador es despedido por causas objetivas relacionadas con la economía de la empresa o el sector en el que esta se encuentra. En este caso, el empleado recibe una indemnización por despido improcedente.

Por otro lado, la jubilación es una prestación a la que tiene derecho todo trabajador que cumple los requisitos establecidos en la ley, y consiste en una pensión vitalicia que se cobra una vez alcanzada la edad de jubilación.

En resumen, la diferencia entre la prejubilación y la jubilación es que la primera se produce cuando un trabajador es despedido por causas objetivas relacionadas con la economía de la empresa o el sector en el que esta se encuentra, mientras que la segunda es una prestación a la que tiene derecho todo trabajador que cumple los requisitos establecidos en la ley.