¿Cómo afecta el ERTE a la indemnización por despido?

¿Cómo afecta el ERTE a la indemnización por despido?

El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) es una medida que se puede adoptar por parte de las empresas ante una situación de crisis que provoque una reducción significativa de la actividad y, por tanto, de la necesidad de mano de obra. Se trata de una suspensión de contratos o de una reducción de jornada.

En el caso de que se produzca un despido, la indemnización que corresponderá al trabajador será la prevista en el convenio colectivo aplicable, siempre y cuando no se haya superado el periodo de carencia establecido. Si el despido se produce durante el ERTE, el trabajador tendrá derecho a la indemnización por despido improcedente o, en su defecto, a la indemnización por despido objetivo, según sea el caso.

En cualquier caso, la indemnización no podrá ser inferior a la prevista en el Estatuto de los Trabajadores (ET), que es de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

¿Qué indemnización me corresponde por un ERTE?

Los trabajadores afectados por un ERTE tienen derecho a percibir una indemnización por despido improcedente, que se calcula de la siguiente manera:

  • Por cada año de servicio, el trabajador tiene derecho a recibir 12 días de salario. Si el trabajador lleva más de 10 años en la empresa, tiene derecho a recibir 24 días de salario por cada año de servicio.
  • Por cada mes de servicio, el trabajador tiene derecho a recibir 1,5 días de salario.

En el caso de que el despido sea declarado nulo, el trabajador tiene derecho a recibir la indemnización que le correspondería por despido improcedente, más los salarios de tramitación, que son los salarios dejados de percibir desde el despido hasta la sentencia. Si la sentencia es favorable al trabajador, también tendrá derecho a recibir los intereses de demora.

¿Qué pasa si me despiden después del ERTE?

La LEY 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, establece en su artículo 12.2.b) que los despidos realizados durante el periodo de suspensión o reducción de jornada estarán exentos de indemnización, siempre y cuando sean por causas objetivas. Es decir, que se pueden realizar despidos sin indemnización si se acredita que la causa es objetiva y, por tanto, imputable al trabajador.

En el supuesto de que se acredite que el despido es improcedente, el trabajador tendrá derecho a la reincorporación inmediata a su puesto de trabajo y, en su caso, a la indemnización por despido improcedente, que será de 33 días de salario por año de servicio, con un máximo de 24 mensualidades.

Asimismo, cabe destacar que el Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19, en su artículo 4.3 establece que los despidos realizados a partir del inicio del ERTE y hasta el 31 de diciembre de 2020 serán considerados como despidos improcedentes. Por tanto, los trabajadores afectados por estos despidos podrán optar a la reincorporación inmediata a su puesto de trabajo o a la indemnización prevista en el artículo 56.i) de la Ley de Contrato de Trabajo (LC), que será de 33 días de salario por año de servicio, con un máximo de 24 mensualidades.

¿Cómo afecta un ERTE a la antigüedad?

Un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una medida que se puede adoptar por parte de las empresas para hacer frente a una situación de crisis. Se trata de una suspensión de contratos o reducción de jornada que tiene una duración determinada. Los trabajadores afectados por un ERTE conservan su vinculación laboral, por lo que siguen perteneciendo a la plantilla de la empresa.

En cuanto a la antigüedad, un ERTE no implica que se pierda la antigüedad en la empresa. Se mantiene el tiempo de servicio, de forma que cuando finalice el ERTE, el trabajador podrá seguir aumentando su antigüedad en la empresa. No obstante, es importante tener en cuenta que si el ERTE se prolonga en el tiempo, la antigüedad se irá acumulando, pero de forma "congelada", es decir, que no se tendrá en cuenta a efectos de aumentos salariales o para otros beneficios que se otorguen en función de la antigüedad.

Por tanto, un ERTE no supone una pérdida de antigüedad, pero sí puede congelarla temporalmente. En cualquier caso, lo mejor es que consultes con tu empresa cómo afectará el ERTE a tu antigüedad y a tus derechos laborales en general.

¿Cómo se calcula el paro después de un ERTE?

Los ERTE son un tipo de suspensión temporal de contrato que se produce por causas extraordinarias ajenas al trabajador, y que implican una reducción de la jornada de trabajo o la interrupción de la misma.

¿Qué es un ERTE? Un ERTE es una medida que se puede adoptar por parte de la empresa ante una situación de crisis que le afecte, y que consiste en la suspensión temporal de los contratos de trabajo de sus empleados o en la reducción de la jornada de trabajo.

Los ERTE se han convertido en una herramienta muy utilizada por las empresas ante la crisis provocada por el coronavirus, ya que les permite afrontar la situación de manera más flexible, reduciendo los costes de personal y evitando, en la medida de lo posible, los despidos.

Los ERTE pueden afectar a todos los trabajadores de la empresa o solo a un grupo de ellos, y la duración de la medida puede ser también variable. No obstante, lo más común es que los ERTE sean de carácter temporal y que afecten a todos los trabajadores de la empresa.

Una vez que se produce la suspensión del contrato de trabajo, el trabajador deja de percibir su salario íntegro y, por tanto, pasa a estar en situación de desempleo. Sin embargo, el trabajador tiene derecho a percibir un subsidio por desempleo, que se calcula de la siguiente manera:

El subsidio por desempleo se calcula en base a la base reguladora, que es la cantidad que percibía el trabajador antes de que se produjera la suspensión de su contrato. Para calcular la base reguladora, se toma en consideración el salario íntegro percibido por el trabajador en los últimos 12 meses, es decir, la base de cotización a la Seguridad Social.

A partir de la base reguladora, se aplica un porcentaje que varía en función de la situación del trabajador, y que puede ser del 60%, 70% o 80%.

Por tanto, el cálculo del subsidio por desempleo es el siguiente:

Subsidio por desempleo = base reguladora x porcentaje

En el caso de los trabajadores afectados por un ERTE, el subsidio por desempleo será abonado por la Seguridad Social, y no por la empresa.

No obstante, el trabajador afectado por un ERTE no percibirá el subsidio por desempleo durante todo el periodo de suspensión de su contrato, sino solo durante un determinado número de días. El número de días en los que se puede percibir el subsidio por desempleo está relacionado con la duración del ERTE y con la situación del trabajador.

Por ejemplo, si el ERTE es de carácter temporal y dura un mes, el trabajador podrá percibir el subsidio por desempleo durante los primeros 20 días de suspensión de su contrato. A partir del día 21, el subsidio por desempleo será abonado por la empresa, como compensación por la suspensión de su contrato de trabajo.

En el caso de los trabajadores afectados por un ERTE de carácter indefinido, el subsidio por desempleo será abonado durante los primeros 9 meses de suspensión del contrato. A partir del día 10, el subsidio por desempleo será abonado por la empresa, como compensación por la suspensión de su contrato de trabajo.

Por tanto, en el caso de los trabajadores afectados por un ERTE, el subsidio por desempleo será abonado durante un periodo de tiempo limitado. No obstante, una vez que finalice el subsidio por desempleo, el trabajador podrá solicitar la prestación por desempleo, que se abonará por la Seguridad Social durante un máximo de 24 meses.

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