¿Cómo se declaran las ayudas por ERTE?
Cuando una empresa se ve en la necesidad de suspender temporalmente contratos de trabajo debido a situaciones excepcionales, como la crisis sanitaria por la pandemia COVID-19, se acude a la figura del ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo). Una vez que los trabajadores afectados por esta situación reciben las ayudas correspondientes, surge la pregunta: ¿cómo se declaran estas ayudas?
La declaración de las ayudas por ERTE es un trámite que debe realizarse en la Declaración de la Renta. Estas ayudas se consideran ingresos del trabajo y, por tanto, se sumarán al resto de ingresos percibidos durante el ejercicio fiscal correspondiente.
Es importante destacar que, en aquellos casos en los que el ingreso por ayuda por ERTE supere los 1.500 euros, se deberán retener impuestos. La retención dependerá de la cantidad percibida y de las circunstancias personales del trabajador.
En la Declaración de la Renta, se deberá incluir la ayuda percibida en el apartado "Rendimientos del trabajo". Se debe tener en cuenta la especificidad de estas ayudas, puesto que proceden de una situación temporal y que, por tanto, no necesariamente se van a percibir en otros ejercicios fiscales.
En resumen, para declarar las ayudas por ERTE en la Declaración de la Renta, es necesario incluir dicha ayuda en el apartado de "Rendimientos del trabajo" y considerar las especificidades de esta ayuda como un ingreso temporal del ejercicio fiscal correspondiente. Además, es importante tener en cuenta las posibles retenciones fiscales en función de la cantidad percibida y de las circunstancias personales del trabajador.
¿Cómo se declaran las ayudas por ERTE?
Para declarar las ayudas por ERTE, es necesario tener en cuenta algunos aspectos importantes. En primer lugar, es fundamental conocer que este tipo de ayudas están sujetas a tributación y deben ser incluidas en la declaración de la renta.
Por tanto, es esencial que los trabajadores afectados por un ERTE mantengan un registro de las ayudas recibidas y los periodos en los que se han recibido, ya que esto será clave para realizar una declaración correcta y evitar problemas con Hacienda.
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de declarar las ayudas por ERTE es distinguir entre las diferentes prestaciones. En este sentido, es necesario diferenciar entre las prestaciones por desempleo y las ayudas extraordinarias, ya que las primeras se incluyen como rendimientos del trabajo y las segundas como rentas exentas.
Además, es importante mencionar que, en algunos casos, las empresas podrán haber abonado a sus empleados las ayudas por ERTE como anticipos de salario. En estos casos, las ayudas se considerarán como un rendimiento del trabajo, por lo que deberán ser incluidos en la declaración de la renta y tributar por ellos.
En definitiva, para declarar las ayudas por ERTE correctamente es importante tener un buen conocimiento de la normativa fiscal y mantener un registro detallado de las ayudas recibidas y los periodos en los que se han recibido. De esta manera, se evitarán problemas futuros con Hacienda y se podrá realizar una declaración exacta y precisa.
¿Cuando no se está obligado a hacer la declaración de la renta?
Cada año, en España, llega el momento de hacer la declaración de la renta. Sin embargo, no todas las personas tienen la obligación de presentarla. En este artículo vamos a explicar en qué situaciones no es necesario hacer la declaración de la renta.
En primer lugar, aquellas personas que han tenido ingresos inferiores a 22.000 euros brutos anuales y que provengan de un único pagador, no están obligadas a presentar la declaración de la renta. En el caso de que el pagador sea más de uno, el límite se reduce a 14.000 euros.
Por otro lado, los ingresos procedentes de prestaciones de la Seguridad Social o de pensiones y los rendimientos de capital mobiliario que no superen en conjunto los 1.600 euros brutos al año, tampoco obligan a presentar la declaración de la renta.
Los contribuyentes que hayan obtenido ganancias patrimoniales inferiores a 1.000 euros, así como los que hayan tenido pérdidas patrimoniales inferiores a 500 euros, no tendrán la obligación de presentar la declaración.
En resumen, existen diferentes situaciones en las que no es necesario hacer la declaración de la renta. Si te encuentras en alguna de ellas, no tienes obligación de hacerla, aunque siempre es recomendable comprobarlo con un profesional.
¿Cómo afecta el ERTE en la declaración de la renta?
A raíz de la crisis del COVID-19, muchos trabajadores se han visto afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Este mecanismo permite que las empresas suspendan temporalmente los contratos de sus trabajadores o reduzcan sus jornadas laborales debido a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
Uno de los principales efectos que tiene el ERTE en la declaración de la renta es que los trabajadores afectados pueden tener una retención menor en sus nóminas. Esto se debe a que, al estar en situación de desempleo temporal, su base imponible es menor, lo que se traduce en un menor importe que se debe retener en concepto de IRPF. Sin embargo, es importante tener en cuenta que si estas retenciones son insuficientes, podría haber que abonar una cantidad mayor a Hacienda en la declaración de la renta.
Además, los trabajadores incluidos en un ERTE pueden tener que declarar ingresos que no han recibido durante el periodo de suspensión de su contrato. Esto se produce cuando la empresa realiza un pago posterior o cuando se perciben prestaciones por desempleo, que tributan en el IRPF. En estos casos, es fundamental revisar bien la documentación y los plazos para poder declarar correctamente estas cantidades y evitar posibles sanciones.
En definitiva, el ERTE puede tener diferentes implicaciones en la declaración de la renta, por lo que se recomienda que todos los trabajadores afectados estén debidamente informados y asesorados para cumplir con sus obligaciones fiscales de manera adecuada.
¿Quién está exento de hacer la declaración de la renta?
La declaración de la renta es una de las responsabilidades fiscales más importantes que tienen los ciudadanos españoles. Sin embargo, hay casos en los que no es necesario presentar esta declaración. Pero, ¿quién está exento de hacer la declaración de la renta?
En primer lugar, están exentos aquellos ciudadanos que han percibido ingresos por debajo del límite establecido por la Agencia Tributaria. En 2021, este límite se sitúa en los 22.000 euros anuales. Si los ingresos del año anterior no superan esta cantidad, no es necesario realizar la declaración de la renta.
Otro caso en el que no es necesario presentar la declaración de la renta es cuando se trata de personas mayores de 65 años. En este caso, se encuentran exentos siempre y cuando sus ingresos anuales no superen los 14.000 euros. Por otro lado, si estos ciudadanos tienen algún tipo de ingreso por parte de la Seguridad Social, no se tendrán en cuenta a efectos de la declaración.
Además, están exentos de hacer la declaración de la renta todos aquellos ciudadanos que no hayan tenido ingresos en España durante el año anterior. Es decir, si un ciudadano ha estado residiendo en el extranjero y no ha obtenido ningún ingreso en territorio español, no estará obligado a hacer la declaración de la renta.
En conclusión, existen diferentes situaciones en las que un ciudadano está exento de hacer la declaración de la renta. Ya sea por tener ingresos por debajo del límite establecido, por ser mayor de 65 años o por no haber obtenido ingresos en territorio español. Sin embargo, es importante recordar que todas estas exenciones están sujetas a cambios por parte de las autoridades fiscales y conviene siempre consultar la normativa vigente.
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