¿Qué es una resolucion expresa y presunta?
Una resolución es una decisión que toma un órgano administrativo o judicial en respuesta a una petición o recurso presentado por un particular o entidad. Esta decisión se puede expresar de dos maneras distintas: mediante una resolución expresa o una resolución presunta.
Una resolución expresa es aquella que se emite de manera explícita y directa, en la cual se da respuesta a la petición presentada con argumentos concretos y claros. Esta resolución se comunica al interesado a través de un medio escrito o mediante una notificación oficial. La resolución expresa es la respuesta más justa para el interesado, ya que le permite conocer las razones por las que se ha tomado la decisión que afecta su caso.
Por otro lado, una resolución presunta es una respuesta que se da de manera tácita, sin que se haya emitido un documento explícito que contenga la decisión tomada. Esto ocurre cuando el plazo para responder ha vencido sin que se haya recibido una resolución expresa. En esta situación, se da por sentado que la petición ha sido resuelta de manera desfavorable al interesado.
Es importante destacar que la resolución presunta puede tener consecuencias negativas para el interesado, ya que puede limitar sus opciones de recurso o modificar el término para presentar una impugnación. Por esta razón, es recomendable agotar los plazos para esperar una resolución expresa y, en caso de no recibirla, impugnar la decisión presunta.
¿Cuándo se produce el acto presunto?
El acto presunto se produce cuando la Administración no resuelve expresamente una solicitud o petición en el plazo establecido para ello. En esos casos, se presume que la Administración ha denegado implícitamente la solicitud o petición.
Este plazo de resolución varía en función del tipo de procedimiento y de la normativa aplicable, pero generalmente oscila entre los tres y los seis meses. Es importante tener en cuenta que, si la Administración no cumple con el plazo de resolución, se produce automáticamente el acto presunto.
El acto presunto tiene importantes consecuencias, ya que permite al interesado interponer un recurso administrativo contra la denegación presunta y, en última instancia, acudir a los tribunales para defender sus derechos. Además, la Administración está obligada a notificar al interesado la existencia del acto presunto, aunque esto no siempre sucede en la práctica.
Es importante destacar que no todos los procedimientos administrativos permiten la producción de actos presuntos. Por ejemplo, en algunos casos, la normativa exige que la Administración resuelva expresamente en un sentido u otro, sin que quepa la posibilidad de denegación presunta.
¿Qué significa que un acto es expreso?
Un acto es considerado expreso cuando se manifiesta de forma clara y directa, con una intención clara y explícita. Esto significa que no existe ambigüedad en las palabras o acciones que se utilizan para llevar a cabo el acto.
Es importante tener en cuenta que los actos expreso suelen tener consecuencias jurídicas importantes, ya que las personas que los realizan son responsables de sus implicaciones. Por lo tanto, es fundamental que los actos estén claramente definidos y sean coherentes con las leyes y normas establecidas.
Un ejemplo de acto expreso es la firma de un contrato, donde las partes involucradas firman el documento y se comprometen a cumplir con todos los términos acordados. También se considera un acto expreso la aceptación de una oferta o la realización de un pago.
En resumen, un acto es expreso cuando se realiza de forma clara y directa, sin ambigüedades. Esto es crucial para garantizar que las personas involucradas en el acto sean responsables de sus consecuencias y se apeguen a las leyes y normas establecidas.
¿Qué tipo de actos administrativos son los actos presuntos?
Los actos administrativos presuntos son aquellos que se dan como consecuencia de la falta de respuesta de la administración pública ante una petición o solicitud presentada por un particular o empresa.
Es decir, una vez que transcurrido el plazo legal establecido (que varía según la naturaleza de la solicitud), la administración no ha emitido un acto expreso contrario a lo solicitado, se considera que ha emitido un acto presunto que tiene efectos jurídicos.
Este tipo de actos se basan en la idea de que la administración tiene la obligación de responder a todas las solicitudes y peticiones presentadas por los ciudadanos, y que la falta de respuesta se considera como una aceptación tácita de la solicitud presentada.
Entre los actos administrativos presuntos más comunes podemos encontrar el silencio administrativo positivo, que se produce cuando la administración no responde a una solicitud y se entiende que ésta ha sido aceptada; y el silencio administrativo negativo, que se da cuando la administración no responde a una solicitud y se entiende que ésta ha sido denegada.
Es importante destacar que los actos administrativos presuntos pueden ser impugnados por los particulares ante la administración o ante la jurisdicción contencioso-administrativa si consideran que han sido afectados de forma negativa por dichos actos.
¿Cuáles son los actos expresos?
Los actos expresos son aquellos actos jurídicos en los que las partes manifiestan de forma clara y concisa su voluntad de obligarse a un determinado acuerdo. Estos actos pueden ser verbales o escritos, y generan obligaciones y derechos para las partes involucradas.
Un ejemplo claro de acto expreso es el contrato de compra-venta. En este caso, ambas partes acuerdan de forma expresa el precio y las características del bien que se va a vender. Además, establecen las condiciones de pago y entrega del mismo. De esta forma, se firma un contrato que obliga a ambas partes a cumplir con lo acordado.
Otro ejemplo de acto expreso puede ser un poder notarial. En este caso, una persona da poder a otra para que actúe en su nombre en determinados asuntos. En este acto, se establecen de forma expresa las facultades del apoderado y las condiciones en las que se va a desarrollar su mandato.
Es importante destacar que los actos expresos deben cumplir con los requisitos formales y sustanciales establecidos por la ley para que sean válidos y eficaces. Además, es necesario que las partes involucradas tengan la capacidad jurídica necesaria para obligarse y cumplir con lo acordado.
En resumen, los actos expresos son aquellos en los que las partes manifiestan de forma clara su voluntad de obligarse a un determinado acuerdo, ya sea de forma verbal o escrita. Estos actos generan obligaciones y derechos para las partes y deben cumplir con los requisitos formales y sustanciales establecidos por la ley para que sean válidos y eficaces.
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