¿Qué grado de discapacidad tiene una gran invalidez?
La Ley de Dependencia establece que para acceder a la prestación económica por Gran Invalidez, el grado de discapacidad ha de ser igual o superior al 65%. Se considerará que una persona tiene una discapacidad igual o superior al 65% cuando, a consecuencia de una patología, tenga una reducción funcional permanente de al menos el 65% en su capacidad global para el trabajo. No obstante, en el supuesto de que el grado de discapacidad sea inferior al 65% pero superior al 50%, la persona podrá acceder a la prestación siempre y cuando acredite una situación de dependencia severa, es decir, que requiera ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria.
Para que una persona pueda acceder a la prestación por Gran Invalidez, además de cumplir los requisitos anteriores, deberá reunir alguna de las siguientes condiciones:
- Tener una edad igual o superior a 21 años.
- Ser mayor de 65 años y no tener derecho a la pensión de jubilación o invalidez.
- Ser menor de 65 años y no poder desempeñar una actividad retribuida por cuenta propia o ajena.
¿Qué grado de discapacidad es gran invalidez?
La gran invalidez es una situación de discapacidad reconocida oficialmente. Se caracteriza por una dependencia total de otra persona para las actividades básicas de la vida diaria. No obstante, cada Comunidad Autónoma tiene una legislación propia en relación a este tipo de discapacidad. Por lo general, se considera gran invalidez a aquella persona que necesite ayuda externa para realizar tareas básicas como comer, vestirse, asearse, etc.
En España, la gran invalidez se encuentra reconocida en el artículo 38 de la Ley General de la Seguridad Social. Según este precepto, se considera gran invalidez a aquella persona que por una enfermedad o accidente haya perdido la capacidad de trabajar y se encuentre en un estado de dependencia total e incapacidad permanente para el trabajo que realizaba. No obstante, para que una persona pueda acceder a este tipo de prestación es necesario que cumpla una serie de requisitos, entre los que destacan:
- Estar en posesión de la tarjeta sanitaria de la Seguridad Social
- Haber cotizado los 180 días mínimos exigidos
- Carecer de capacidad para realizar cualquier otro tipo de trabajo
- Dependencia total para las actividades básicas de la vida diaria
La gran invalidez se considera una situación de dependencia permanente, por lo que el derecho a percibir esta prestación es vitalicio. No obstante, si la persona recupera su capacidad para el trabajo, dejará de percibir la prestación. Asimismo, cabe destacar que la cuantía de la prestación se revisará periódicamente en función de la situación económica y personal de la persona beneficiaria. De esta forma, se pretende que la prestación se ajuste a las necesidades reales de la persona en cada momento.
¿Cuándo se considera gran invalidez?
La gran invalidez es una incapacidad permanente para el trabajo debido a una enfermedad o a un accidente, que suponga una reducción de al menos un tercio de la capacidad para el trabajo. Para acceder a la pensión de gran invalidez, el beneficiario debe reunir los siguientes requisitos:- Tener la edad mínima exigida para cobrar la pensión de jubilación.
- Haber cotizado los años mínimos necesarios para tener derecho a la pensión de jubilación.
- Estar impedido de realizar cualquier actividad que le permita obtener una renta suficiente para atender sus necesidades básicas y las de su familia.
¿Qué enfermedades son de gran invalidez?
Aunque cualquier enfermedad puede suponer una gran invalidez para la persona que la padece, existen unas cuantas que, debido a su naturaleza o a su gravedad, son especialmente incapacitantes. En este artículo vamos a hablar de algunas de ellas.
Enfermedades neurológicas
Entre las enfermedades neurológicas que más invalida a las personas se encuentran el Alzheimer, el Parkinson, la esclerosis múltiple y el ictus. Estas enfermedades suelen suponer una pérdida importante de la autonomía de la persona, ya que afectan a la capacidad de movimiento, de habla o de pensamiento. En el caso del Alzheimer, además, se produce un deterioro importante de la memoria, lo que dificulta mucho el día a día de la persona y de su entorno.
Cáncer
El cáncer es una enfermedad muy grave que puede derivar en una gran invalidez, sobre todo si no se detecta a tiempo. Existen diferentes tipos de cáncer y, dependiendo de su localización, pueden afectar a un órgano o a una parte del cuerpo, lo que supone una pérdida importante de la capacidad de movimiento o de la sensibilidad. En algunos casos, el tratamiento del cáncer, como la quimioterapia, puede también producir efectos secundarios debilitantes.
Enfermedades respiratorias
Enfermedades como el asma, la fibrosis pulmonar o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica son enfermedades respiratorias que pueden llegar a ser muy incapacitantes. Estas enfermedades suelen dificultar la respiración y, por tanto, limitar la capacidad de hacer ejercicio y de llevar una vida activa. En algunos casos, pueden requerir el uso de aparatos respiratorios para facilitar la respiración.
Enfermedades cardiacas
Las enfermedades cardiacas, como la insuficiencia cardiaca o el infarto de miocardio, son otras enfermedades que pueden suponer una gran invalidez. Estas enfermedades suelen limitar la capacidad de hacer ejercicio y, en algunos casos, pueden requerir el uso de aparatos para facilitar la respiración o el corazón. En algunos casos, pueden derivar en una muerte súbita.
Otras enfermedades
Otras enfermedades que pueden suponer una gran invalidez son la artritis, la diabetes, la enfermedad de Crohn, la esclerosis lateral amiotrófica, la fibromialgia, la poliomielitis y la esclerosis múltiple. Estas enfermedades suelen afectar a un órgano o a una parte del cuerpo, lo que supone una pérdida importante de la capacidad de movimiento o de la sensibilidad. En algunos casos, pueden requerir el uso de aparatos para facilitar la respiración o el corazón.
¿Qué diferencia hay entre incapacidad permanente absoluta y gran invalidez?
Existen diferencias significativas entre la incapacidad permanente absoluta (IPA) y la gran invalidez (GI). En primer lugar, la incapacidad permanente absoluta implica que la persona no puede realizar ninguna actividad laboral y, por lo tanto, depende totalmente de la prestación económica que le corresponda. Por otro lado, en el caso de la gran invalidez, aunque la persona no pueda desempeñar su actividad laboral habitual, sí que puede realizar otras actividades que le permitan obtener un ingreso para su sustento. Asimismo, cabe destacar que la incapacidad permanente absoluta se produce de forma repentina, mientras que la gran invalidez se puede producir de forma gradual.
En cuanto a las consecuencias, en el caso de la incapacidad permanente absoluta, el trabajador deja de percibir su salario y, por lo tanto, pierde su principal fuente de ingresos. En el caso de la gran invalidez, en cambio, el trabajador puede seguir cobrando su salario, aunque en una cantidad reducida.
En cuanto a la prestación económica, en el caso de la incapacidad permanente absoluta, el trabajador tiene derecho a una prestación por desempleo de hasta 24 meses. En el caso de la gran invalidez, en cambio, el trabajador tiene derecho a una prestación por invalidez de hasta 3 años.
Por último, cabe destacar que en el caso de la incapacidad permanente absoluta, el trabajador puede volver a trabajar si supera la prueba de capacidad que se le realiza. En el caso de la gran invalidez, en cambio, el trabajador no puede volver a trabajar.
¿Buscas trabajo?
¿Quieres encontrar trabajo?
¿Quieres encontrar trabajo?