¿Qué pasa si estoy en ERTE y me contrata otra empresa?
Actualmente, España se encuentra en una situación excepcional debido a la pandemia del COVID-19, lo que ha conllevado la aplicación de ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo). Muchas personas se encuentran afectadas por esta situación, y se preguntan qué ocurre si una empresa les ofrece un nuevo contrato de trabajo en estas circunstancias.
En principio, un trabajador que se encuentra en un ERTE puede aceptar una oferta de otra empresa. No obstante, si dicha oferta es durante la vigencia del ERTE, el trabajador debe notificar la oferta de empleo a su empresa. Esto se debe a que si, una vez finalizado el ERTE, el trabajador no vuelve a su antiguo puesto de trabajo, la empresa tendrá que pagarle una indemnización por extinción del contrato.
Es importante que el trabajador acepte la nueva oferta de empleo de forma escrita, para que quede constancia de la nueva relación laboral. Asimismo, es recomendable que solicite a la nueva empresa un certificado de alta en la Seguridad Social con la antelación necesaria.
En definitiva, un trabajador que se encuentra en ERTE puede aceptar una oferta de empleo de otra empresa. No obstante, debe notificar la oferta a su antigua empresa, y formalizar la nueva relación laboral de forma escrita para evitar malentendidos.
¿Qué pasa si estoy en ERTE y me contrata otra empresa?
Durante el Estado de Alarma en España, el ERTE se ha convertido en una herramienta clave para el sector laboral. El Expediente de Regulación Temporal de Empleo permite a una empresa suspender temporalmente la relación laboral de sus trabajadores, aunque no puede ser una medida de despido. Si un trabajador está actualmente en ERTE y recibe una oferta de otra empresa, debe tener en cuenta algunos factores antes de aceptar el puesto.
En primer lugar, es importante comprobar si la oferta es un contrato temporal o indefinido. Un contrato temporal no puede ser aceptado si hay un ERTE vigente, ya que algunas leyes del país lo desaconsejan. Si la oferta es un contrato indefinido, entonces puede ser aceptada.
Una vez aceptada la oferta, el trabajador debe comunicarlo a la empresa que está en ERTE y solicitar la baja laboral. Esto significa que la relación laboral con la empresa anterior queda totalmente finalizada. De igual forma, el trabajador deberá darse de alta en el Seguridad Social de su nuevo empleador para disfrutar de los beneficios del sistema.
En caso de que el trabajador quiera reincorporarse a la empresa que está en ERTE, deberá informar a la nueva empresa y solicitar la baja laboral. Una vez finalizado el ERTE, el trabajador puede volver a su antiguo puesto de trabajo, siempre y cuando sea reincorporado por la empresa.
En resumen, un trabajador que está en ERTE puede aceptar una oferta de otra empresa siempre y cuando se trate de un contrato indefinido. Debe informar a la empresa en ERTE y a la Seguridad Social para que todos los trámites administrativos se completen correctamente. Si desea reincorporarse a su antiguo empleador, tendrá que esperar a que finalice el ERTE y solicitar la reincorporación.
¿Cómo trabajar estando en ERTE?
En España, el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) es una medida adoptada por el gobierno para afrontar la crisis económica provocada por el COVID-19. Esta medida permite a las empresas sufrir una reducción temporal de la actividad laboral sin tener que despedir a sus trabajadores. Aunque el ERTE implica una suspensión del contrato de trabajo, los trabajadores no dejan de percibir su salario, siendo el Estado el principal responsable de su protección.
Los trabajadores en ERTE siguen siendo empleados de la empresa y por tanto, siguen a su cargo. Por ello, según la legislación española, estos trabajadores tienen derecho a seguir recibiendo la formación necesaria para el desarrollo de su trabajo, así como a mantener la relación laboral con la empresa. En el caso de que la empresa necesite contar con los trabajadores en ERTE para el desarrollo de su actividad, estos deben ser informados de antemano de las tareas que desempeñarán.
Los trabajadores con contrato suspendido debido al ERTE también tienen derecho a disfrutar de sus vacaciones, por lo que pueden acogerse a la vacaciones anuales retribuidas que les corresponden. Estas vacaciones no se devengan en la nómina, sino que se abonan de forma directa a la cuenta bancaria del trabajador. Además, también tienen derecho a cobrar el salario por la jornada no trabajada.
Por último, los trabajadores en ERTE tienen también derecho a recibir una indemnización por despido, en caso de que la empresa decida despedirles de forma definitiva. Esta indemnización está regulada por la ley de contratos de trabajo, y su cuantía depende del tiempo que el trabajador lleve trabajando para la empresa.
¿Qué pasa si te despiden después de un ERTE?
En España, un ERTE (Expediente de Regulación de Empleo Temporal) es un mecanismo para la regulación temporal del empleo que se puede aplicar a todos los trabajadores de una empresa, aunque también se puede aplicar a ciertos grupos de trabajadores. Se puede aplicar por un periodo de hasta 12 meses, con el objetivo de reducir el número de trabajadores en una empresa afectada por la crisis económica.
En el caso de que un trabajador sea despedido después de un ERTE, el trabajador tendrá derecho a una indemnización por despido, que depende de la antigüedad del trabajador. Esta indemnización debe ser de al menos 20 días de salario por año de servicio, con un máximo de 12 meses de salario. Además, el trabajador tiene derecho a cobrar el salario de los días no trabajados durante el ERTE y los días de vacaciones no disfrutados.
El trabajador también tendrá derecho a cobrar el paro y a recibir formación para su reinserción laboral, en el caso de que la empresa sea responsable del despido. Además, el trabajador tendrá derecho a recibir ayudas de la Seguridad Social para financiar su búsqueda de empleo.
En resumen, si un trabajador es despedido tras un ERTE, tendrá derecho a recibir una indemnización por despido, una cantidad por los días no trabajados durante el ERTE, el paro y ayudas para su reinserción laboral. Así que, aunque un ERTE no es una situación deseada para los trabajadores, si se produce un despido posterior, hay mecanismos para proteger a los trabajadores.
¿Cuántos días de paro te quitan por ERTE?
En España, un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una figura que se puede aplicar a los trabajadores para afectar temporalmente sus contratos de trabajo. Permite que las empresas disminuyan la jornada de trabajo de sus empleados o incluso suspendan sus contratos de trabajo.
En la mayoría de los casos, los empleados no pierden sus derechos laborales, sino que se les aplica un periodo de inactividad temporal. Esto significa que los días no trabajados no se computan para el cálculo de la indemnización por despido ni para los periodos de vacaciones.
Sin embargo, los días de paro no son completamente excluidos. El número de días de paro que se cobrará depende de la duración del ERTE. Por ejemplo, si un empleado está en un ERTE de 3 meses, se le cobrará un máximo de 60 días de paro. Esto significa que los empleados tendrán que devolver un máximo de 60 días de paro.
Los empleados también tendrán que pagar los periodos de paro si el ERTE dura más de 3 meses. Por ejemplo, si un empleado está en un ERTE de 6 meses, tendrá que devolver un máximo de 120 días de paro.
En conclusión, un ERTE no elimina los días de paro, sino que los limita según la duración del ERTE. Los empleados tendrán que devolver un máximo de 60 días de paro si el ERTE dura 3 meses y un máximo de 120 días de paro si el ERTE dura 6 meses.
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