¿Qué trabajadores tendrán prioridad de permanencia en el expediente de regulación de empleo planteado por la empresa?

En el contexto actual de la pandemia, muchas empresas se han visto obligadas a plantear un expediente de regulación de empleo (ERE) para hacer frente a la crisis económica. Ante este panorama, es normal preguntarse ¿qué trabajadores tendrán prioridad de permanencia en el ERE planteado por la empresa?

En primer lugar, se debe tener en cuenta que el ERE tiene como objetivo reducir costes y adecuar el número de trabajadores a la situación económica de la empresa. Por tanto, los trabajadores que tengan mayor experiencia y formación en el puesto que desempeñan serán los que tengan prioridad en el proceso de selección para permanecer en la empresa.

En segundo lugar, los trabajadores que pertenecen a colectivos protegidos por la ley tendrán una mayor protección en caso de ERE. Estos colectivos incluyen a trabajadores con discapacidad, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y trabajadores mayores de 55 años. Además, si la empresa tiene planes de igualdad en marcha, deberá seguirlos escrupulosamente a la hora de realizar el ERE, ofreciendo medidas alternativas al despido para estos colectivos.

Por otro lado, la empresa puede tener en cuenta otros factores no relacionados con la formación y experiencia del trabajador a la hora de decidir quien permanece en la empresa. Por ejemplo, puede haber un factor territorial, en el que se prioriza a los trabajadores que residen en la misma localidad que la empresa. También puede haber un factor familiar, en el que se prioriza a los trabajadores que tengan familiares a cargo o que cuiden de personas dependientes.

En cualquier caso, es importante tener en cuenta que el ERE es un proceso complejo que debe cumplir con la normativa laboral y la legalidad vigente. Por ello, es recomendable consultar con expertos en derecho laboral para asegurar que el proceso se realiza correctamente y se respetan los derechos de los trabajadores.

¿Qué es la prioridad de permanencia?

La prioridad de permanencia es un concepto muy importante en el ámbito laboral. Se refiere a la preferencia que tienen los trabajadores que llevan más tiempo en una empresa para conservar su empleo en caso de que haya que realizar despidos. Esta premisa está recogida en el Estatuto de los Trabajadores y se aplica en situaciones en las que una empresa se ve obligada a reducir su plantilla.

La prioridad de permanencia se basa en el principio de antigüedad, es decir, en el tiempo que lleva un trabajador desempeñando su actividad en la empresa. A mayor antigüedad, mayor será la prioridad de permanencia, por lo que será más difícil que ese trabajador sea despedido en caso de que se necesite una reducción de personal.

Es importante destacar que la prioridad de permanencia no es una garantía absoluta de empleo, sino que es una preferencia que se tiene en cuenta en el momento de decidir qué trabajadores deben ser despedidos en caso de una reestructuración empresarial. Además, para poder beneficiarse de la prioridad de permanencia, es necesario cumplir algunos requisitos, como haber sido contratado por la empresa antes de la fecha del inicio del proceso de reestructuración.

En cualquier caso, la prioridad de permanencia es una medida que protege a los trabajadores con más antigüedad en una empresa, ya que les da cierto grado de seguridad ante posibles despidos. Asimismo, también incentiva a las empresas a valorar la estabilidad laboral de sus empleados y a tratar de reducir el impacto de las medidas de reestructuración en su plantilla.

¿Cuántas personas se pueden despedir en una empresa?

El proceso de despidos en una empresa es un tema delicado que puede generar diversas inquietudes en los empleados, especialmente en momentos de crisis económica o reestructuraciones internas. Es importante destacar que ninguna empresa tiene la potestad de despedir a sus trabajadores sin justificación legal, por lo que deben cumplir con ciertos requisitos y procedimientos establecidos por la legislación laboral.

En España, la cantidad de personas que pueden ser despedidas de una empresa dependerá de diferentes factores, entre los que se incluyen: la naturaleza del contrato laboral, el tiempo de trabajo del empleado, la causa del despido, entre otros aspectos.

En el caso de los contratos indefinidos, las empresas deben justificar el despido, por lo que deberán probar causas objetivas como problemas económicos, técnicos, organizativos o productivos. Además, el trabajador tiene derecho a una indemnización y a un preaviso en la notificación del despido.

En contratos temporales, se debe respetar la duración del contrato y su causa de finalización. Si se despide al trabajador sin cumplir con los requisitos legales, la empresa deberá indemnizar al trabajador con una cantidad que varía dependiendo del contrato y la causa del despido.

En conclusión, el número de empleados que pueden ser despedidos en una empresa dependerá de la situación particular en la que se encuentra la compañía y de los requisitos legales que deben cumplir antes de despedir a un trabajador. Es importante que las empresas se informen adecuadamente antes de tomar decisiones en este ámbito para evitar problemas legales y laborales.

¿Quién sale primero en un ERE?

En un ERE, acrónimo que significa "expediente de regulación de empleo", la cuestión de quién sale primero puede generar mucha incertidumbre y ansiedad entre los trabajadores afectados.

El objetivo de un ERE suele ser, en última instancia, reducir la plantilla de una empresa por causas económicas, organizativas o productivas. Como consecuencia, puede haber despidos o suspensiones de contrato.

En este contexto, la normativa laboral establece que la empresa debe seguir una serie de criterios objetivos y proporcionales para decidir quiénes son los trabajadores a afectar por el ERE. Esto implica valorar factores como la antigüedad, la categoría profesional, la polivalencia, la formación o las necesidades objetivas de producción.

No obstante, en la práctica, la selección de los trabajadores afectados puede depender de muchos factores subjetivos y políticos, como la relación con el jefe, la pertenencia a un sindicato, la capacidad de movilización o incluso la opinión pública y mediática.

En cualquier caso, el trabajador afectado por un ERE tiene derecho a una serie de garantías y protecciones, como un periodo de consultas, una indemnización por despido o la posibilidad de interponer una demanda ante los tribunales. Por lo tanto, aunque no se pueda evitar el impacto emocional y personal de un ERE, conviene conocer sus derechos y mantenerse informado y organizado para hacerles frente.

¿Cuánto tiempo hay que esperar para volver a contratar?

¿Alguna vez te has preguntado cuánto tiempo debes esperar para volver a contratar? Es una pregunta muy común entre los trabajadores que han dejado un empleo y quieren volver a trabajar en la misma empresa o en una similar.

La respuesta depende de la empresa y de las circunstancias que hayan rodeado la separación del empleo anterior. Por lo general, es recomendable esperar al menos un año antes de volver a intentar trabajar en la misma empresa. Esto se debe a que el tiempo suficiente ha pasado para que los ánimos se calmen y para que se reduzca la probabilidad de conflictos o malos entendidos.

Además, es importante que se hayan resuelto los problemas que llevaron a la separación anterior antes de intentar regresar a la empresa. Si los mismos problemas persisten, lo más probable es que la situación vuelva a repetirse.

Si no se han resuelto los problemas anteriores y se intenta volver a contratar antes de tiempo, puede haber consecuencias negativas como la repetición de los mismos problemas o incluso la negación o subestimación de la candidatura por parte de la empresa.

En conclusión, el tiempo recomendable de espera para volver a contratar es de al menos un año y es importante que se hayan solucionado los problemas pasados para evitar posibles conflictos o problemas futuros. En definitiva, lo importante es evaluar la situación con calma y tomar una decisión informada antes de intentar volver a contratar.