¿Cuál es el despido objetivo?
Después de una investigación cuidadosa, un empleador puede determinar que hay motivos para despidos objetivos de un empleado. Estos motivos objetivos de despido deben ser justificados y no deben estar relacionados con el rendimiento del empleado. Algunos ejemplos de despidos objetivos son:
- Incapacidad del empleado para realizar el trabajo para el que fue contratado
- Incapacidad del empleado para adaptarse a los cambios en el trabajo
- Conducta inadecuada en el lugar de trabajo, como el acoso o el robo
- Ausencias prolongadas o faltas injustificadas del empleado
- Convictiones penales que afecten al empleado
En algunos casos, un empleado puede ser objeto de despido objetivo debido a una reducción en el personal o un cierre de la empresa. Sin embargo, en estos casos, el empleador debe seguir un proceso de selección objetivo para determinar quién será despedido.
Si un empleado considera que ha sido objeto de un despido objetivo injustificado, puede presentar una reclamación ante la Comisión de Trabajo o el Tribunal de Trabajo. Sin embargo, el empleador debe poder demostrar que el despido se basó en uno de los motivos objetivos enumerados anteriormente. Si el empleador no puede hacerlo, el despido se considerará injustificado y el empleado podrá ser reintegrado a su puesto de trabajo.
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