¿Qué es un despido procedente objetivo?
Despido procedente objetivo es el despido llevado a cabo por una causa objetiva y justificada, conforme a derecho. Los despidos procedentes objetivos son una medida extrema que solo se puede tomar en determinados casos de fuerza mayor. No obstante, en ocasiones, el despido procedente objetivo es la única solución para un problema en el lugar de trabajo.
Para poder llevar a cabo un despido procedente objetivo, es necesario que exista un motivo legítimo y que el empresario lo justifique ante un juez. No basta con que el empresario tenga un buen motivo para despedir a un trabajador, sino que también debe demostrar que ha agotado todas las medidas posibles para evitar el despido. Si el empresario no puede justificar el despido ante un juez, el despido será improcedente y el trabajador podrá exigir una indemnización por despido improcedente.
Algunos de los motivos que pueden justificar un despido procedente objetivo son la falta de personal, la supresión de puestos de trabajo, la reducción de jornada o el cierre de la empresa. No obstante, el motivo del despido debe ser real y no ficticio. Por ejemplo, un empresario no puede despedir a un trabajador por falta de personal si en realidad no existe tal falta de personal. El empresario debe ser capaz de demostrar que el despido se ha llevado a cabo por una causa legítima y que el despido es la única solución posible para el problema.
En algunos casos, el despido procedente objetivo puede ser cuestionado por el trabajador afectado. Si el trabajador considera que el despido es improcedente, puede presentar una demanda ante la justicia. Si el juez considera que el despido es improcedente, el trabajador podrá exigir una indemnización por despido improcedente. No obstante, si el juez considera que el despido es procedente, el trabajador no tendrá derecho a indemnización alguna.
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