¿Quién cotiza estando de baja?
Según el artículo 95 del Reglamento General de la Ley de Seguridad Social, los trabajadores por cuenta ajena cotizarán incluso estando de baja, por enfermedad o accidente. El importe a pagar será el mismo que se abonaría si el trabajador estuviera en activo.
La base de cotización se reducirá en un 75% en el caso de los trabajadores que coticen por primera vez, y un 50% para los demás trabajadores, siempre y cuando no perciban ningún tipo de renta por incapacidad permanente.
Por tanto, estar de baja no exime de cotizar a la Seguridad Social, y el importe a pagar será el mismo que si el trabajador estuviera en activo. No obstante, se establecen unos porcentajes de descuento en la base de cotización para los trabajadores que coticen por primera vez o para aquellos que no perciban ninguna renta por incapacidad permanente.
¿Cuando estoy de baja estoy cotizando?
Si estás de baja médica, por enfermedad o accidente, sigues cotizando a la Seguridad Social. La base de cotización a la que se aplican las prestaciones por enfermedad o maternidad, en el caso de las trabajadoras, es la base mínima.
Las cotizaciones a la Seguridad Social por enfermedad están a cargo de la empresa, no del trabajador. No obstante, el trabajador debe acreditar a la empresa el alta médica para que ésta cese el pago de las cotizaciones por enfermedad.
Por lo tanto, durante el primer día de baja médica, la empresa seguirá cotizando por el trabajador, aunque será a partir del segundo día cuando la Seguridad Social empiece a pagar las prestaciones por enfermedad.
En cuanto al salario, el trabajador percibe el 100% de su salario en el primer día de baja (si la baja es por enfermedad común) y el 75% desde el segundo día de baja (si la baja es por enfermedad común o maternidad).
¿Cuando estás de baja cotizas para la jubilación?
En España, el sistema de jubilación se rige por el Régimen General de la Seguridad Social, que establece que los ciudadanos cotizarán a lo largo de su vida laboral para tener derecho a recibir una pensión cuando se jubilen. Sin embargo, existen algunas situaciones en las que las personas pueden estar exentas de cotizar, como es el caso de los desempleados, los jubilados o los discapacitados.
Por lo tanto, si una persona se encuentra en alguna de estas situaciones y no cotiza para la jubilación, no podrá acceder a una pensión por jubilación. No obstante, existen otros tipos de prestaciones por jubilación, como la pensión contributiva o la pensión no contributiva, que sí pueden ser percibidas por estas personas.
¿Que paga la Seguridad Social cuando estás de baja?
La Seguridad Social cubre una serie de prestaciones sociales a los trabajadores y a sus familiares, entre ellas, están las prestaciones por incapacidad temporal.
La incapacidad temporal es una prestación que se paga cuando un trabajador, por causa de una enfermedad o accidente, no puede realizar su actividad laboral de forma temporal.
Para poder cobrar la prestación por incapacidad temporal, el trabajador debe haber cotizado, al menos, 360 días en los últimos 5 años.El importe de la prestación por incapacidad temporal se calcula en función de las cotizaciones realizadas por el trabajador durante los últimos años.
La prestación por incapacidad temporal tiene una duración máxima de 2 años. A partir del tercer mes de baja, se reduce el importe de la prestación en un 5%.
Después de los dos años, si el trabajador sigue incapacitado para el trabajo, se le puede conceder una prestación por invalidez.
Para cobrar la prestación por invalidez, el trabajador debe haber cotizado, al menos, 5 años.
La prestación por invalidez se paga mientras dure la situación de invalidez y su importe es el 60% de la base reguladora.
La base reguladora es el importe que se utiliza para calcular las prestaciones por desempleo, jubilación y maternidad. Se calcula en función de las cotizaciones realizadas por el trabajador durante los últimos años.
¿Cuánto le cuesta a una empresa un trabajador de baja?
La baja de un trabajador supone un coste para la empresa, tanto en términos económicos como en términos de productividad. Según datos del Ministerio de Trabajo, en el año 2015 se produjeron 5,2 millones de bajas laborales, lo que representa un coste estimado para las empresas de 18.900 millones de euros.
Los costes de una baja laboral se pueden dividir en tres grandes bloques: el coste directo, el coste indirecto y el coste de oportunidad. El coste directo es el más fácil de cuantificar y se refiere al pago de la indemnización por baja que corresponda al trabajador, así como los gastos derivados de la contratación de un sustituto. El coste indirecto se refiere a los gastos no directamente relacionados con la baja, como por ejemplo, el coste de la formación del sustituto o el impacto que la baja pueda tener en la productividad de la empresa. El coste de oportunidad es el coste que se deriva de no poder realizar una actividad porque un trabajador está de baja. Por ejemplo, si una empresa necesita realizar una tarea urgente y no puede hacerlo porque uno de sus trabajadores está de baja, el coste de oportunidad sería el coste de no poder realizar esa tarea.
Para minimizar el impacto de las bajas laborales, las empresas pueden implementar medidas de prevención, como por ejemplo, programas de formación o de mejora de la ergonomía en el puesto de trabajo. También pueden desarrollar planes de continuidad de negocio que permitan minimizar el impacto de una baja en la actividad de la empresa.
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